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¿Alguna vez se te fue el día, la semana, y te preguntas lo que has hecho? ¿Y cómo el día se fue tan rápido sin ningún logro?
Todos hemos tenido días como esos, por supuesto, pero no cada día tiene que ser de esa manera. Aprende a hacer tus días geniales y aprovéchalos, aplicando estos consejos simples.
¿Deberías seguirlos como si fueran un guía de paso a paso? No del todo. Toma estos consejos que son aplicables, y dales una oportunidad.
1. Haz que un día tenga propósito: Esto es la regla más importante. En mi caso, comienzo cada día listando tres cosas que quiero lograr en el día — Mis Tareas más Importantes (MTI). Y pongo todo para lograrlo. Esta publicación estaba en una de las cosas que quería lograr hoy. ¡Casi ahí!
2. Comienza a lo grande: Crea una rutina matutina que te permita saludar el día y comenzarlo en grande. Tu rutina matutina puede variar de la mía, pero que importa es que pienses en cómo puedes crear lo mejor para comenzar tu día. Diseña tu mañana. Y luego trata de hacerlo una rutina. Algunas ideas podría ser ejercicio, comer un desayuno saludable, disfrutar la puesta del sol, hacer meditación u oración, escribir algo, o hacer una tarea importante.
3. Enfócate en una meta: Otra cosa importante que hacer en la mañana es enfocarse en la meta. Con esto no quiero decir la meta del día de hoy, pero la meta del año (o otra de largo plazo). El error que muchas personas cometen es tener muchas metas, que extiende la atención y la efectividad. He encontrado que tener una sola meta a la vez te hace más efectivo y con más posibilidades de cumplirla. El otro error que las personas hacen es no enfocarte en la meta (o metas) cada día. Hazlo parte de tu mañana para decidir lo que vas a hacer hoy para alcanzar la meta, y si es posible, hazlo primero. Esto garantizará que tengas el mejor día.
4. Haz una reunión contigo mismo: Cuando se programa una reunión con alguien, muchos de nosotros bloqueamos el tiempo que otra tarea n puede interrumpir. Esto es un bloque sagrado que el tiempo no puede ser violado por otras cosas. Bueno, haz lo mismo contigo mismo. Programa un tiempo (preferentemente en la mañana, antes de que las cosas se tornen peor) cuando vas hacer una de las Tareas más Importantes, o tareas que te guíen a la Meta. Entonces no permitas que esa reunión sea violada por algo más.
5. Evita Interrupciones: Cuando necesitas hacer algo, cierra el correo electrónico, no hagas llamadas telefónicas, no permitas que otro estorben tus reuniones. Esto aplica cuando haces una reunión contigo mismo (ver el consejo de arriba), pero también en otros tiempos del día cuando estás tratando de hacer el trabajo.
6. Encuentra tu Horario Estelar: Mi horario estelar es en la mañana, porque estoy cansado para cuando llega la tarde y no me puedo concentrar del todo. Así que uso mi horario estelar para las tareas más importantes, y no me permito usarlo para tareas que no son importantes, como responder correos, o reuniones aburridas. Encuentra tu horario estelar, y aprovéchalo.
7. Ten un tiempo para llamadas y reuniones: Las llamadas son interrupciones y también las reuniones improvisadas. Programa un tiempo (no durante tu horario estelar) cuando aceptes hacer llamadas (creo que 30 minutos es suficiente, pero puede variar de acuerdo a lo que necesitas), y programas otro tiempo cuando tienes reuniones con colegas o clientes. Tener una programación te permitirá tener más hecho, y permitirá a otros entender cuando puedes ser interrumpido.
8. Enfócate en lo importante: Tenemos una tendencia a tratar de hacer todas las tareas que no vengan a el camino, o todas las tareas en nuestra lista por hacer o las solicitudes que vienen en el correo electrónico. No es posible, después de todo, tenerlo todo hecho, y segundo, es probable que no sea la manera que queremos pasar el día. Es crucial que te identifiques las tareas y proyectos más importantes, aquellos que te darán el mejor beneficio a largo plazo y enfócate en ellos. Establecer tres MTI al día (Ver consejo 1) es una manera de hacerlo, por supuesto, pero este consejo es un cambio en la mentalidad: identifica las cosas más importantes, y olvida las cosas que no tienen importancia. Seguro, no tendrás todo hecho, pero tendrás lo más importante terminado, y eso es la gran diferencia.
9. Termina a lo grande: Justo antes de terminar el día, completa una rutina: limpia tu escritorio, proceso la bandeja de entrada para vaciarla (no necesitas tener todo en tu bandeja de entrada, pero solo escribe en tu lista por hacer y saca afuera la papelería de tu bandeja de entrada), y planea lo que tu quieres hacer el siguiente día. Esto es bueno para terminar el día de trabajo y comenzar un buen y limpio mañana.
10. Evalúa tu día: Al final de cada día, toma un momento para mirar hacia atrás en lo que hiciste, que fue mal, que puede mejorar, y que puede ser hecho diferente. Revisa tu meta principal y el progreso (o la deficiencia) que has hecho. Ningún día es perfecto, pero debes aprender de los errores y celebrar los éxitos. Un diario puede ser genial para capitalizar lo mejor en cuanto a revisar el día se refiere.
