Creatividad Automática: Cómo Hacer del Pensamiento Creativo un Hábito
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En el siglo 21, las ideas tienen valor. Eso es porque vivimos en una economía de información.
Hace un siglo, el valor fue creado a través de la fabricación. Agarrabas los materiales en bruto y los usabas para crear un producto. Después vendías el producto por más de lo que pagabas por los materiales en bruto. Al convertir los materiales en bruto en un producto, creabas valor y por lo tanto hacías dinero.
En la economía de la información, el valor no fue creado al darle forma a los materiales en bruto para convertirlos en productos. Es creado a través de las ideas. Y de esta manera, mientras mejor seas inventando nuevas ideas efectivas, más valor serás capaz de crear.
En una economía de información, tiene sentido que muchos de nosotros trabajemos en roles que requieran que seamos creativos cada día. Es nuestro trabajo inventar nuevas ideas.
¿El problema? La creatividad es una gran bestia. Por eso es que a la imaginación muchas veces se le llama la musa. La musa es tímida y parecida a un gato. Viene y se va a su gusto. Puede sentirse como si no hubiese manera de llamar a la musa y hacerla venir en ese preciso momento.
¿O sí?
A través de la historia, los creadores más prolíficos no se han sentado a esperar a que la musa los gratifique con su presencia. En vez de esto, ellos han establecido un hábito del pensamiento creativo. A través de este hábito, han cultivado un ambiente donde la musa se sienta cómoda. En consecuencia, han tenido acceso a la creatividad en el momento que han querido.
Crear un Sistema
En el siglo XX, Henry Ford descubrió que podía fabricar carros de una manera más rápida y a un menor costo al establecer una línea de producción. La línea de producción fue su sistema para la fabricación de carros.
Los sistemas podrían parecer lo opuesto a la creatividad, y eso podría parecer una carga justa. Después de todo, un sistema:
- Es un conjunto de cosas que trabajan juntas como parte de un mecanismo.
- Tiene procedimientos claros con los que se hacen las cosas.
- Sigue una rutina.
- Tiene entradas y salidas.
- Es repetitivo.
¡Inclusive pensar en estos términos secos es razón suficiente para apagar la creatividad de cualquier persona!
Dicho esto, puedes establecer un sistema para convertir a la creatividad en un hábito. Al usar este sistema, serás capaz de integrar el pensamiento creativo a tu vida diaria.
En este tutorial, te mostraremos los pasos que debes seguir para hacer que esto suceda.
Antes de que comencemos a explorar, toma nota de un par de cosas:
- Este tutorial es un punto de salto, no una guía definitiva para la creatividad. La situación y personalidad de cada persona es única, así que lo que funciona para una persona podría ser de diferente funcionamiento para otra. No tengas miedo de ser creativo mientras estableces tu propio sistema que haga que la creatividad se convierta en un hábito.
- A través de este tutorial, notarás que aunque los sistemas puedan parecer secos y aburridos, de hecho crean un ambiente que conduce a la creatividad.
¡Aprendamos cómo poner a tu creatividad en un modo mágico automático!
Paso 1: Trabaja con una Rutina o Ritual
El novelista Somerset Maugham famosamente bromeó:
Solo escribo cuando la inspiración llega. Afortunadamente, llega todas las mañanas a las nueve de la mañana en punto.
En otras palabras, solo trabajando con un horario establecido, y empezar su trabajo a esa hora Maugham se dio cuenta que la inspiración creativa llegaba a él todos los días.
El psicólogo William James clamó que al seguir una rutina estricta hace que lo que hagamos todos los días se convierta en un hábito. Una vez que hayamos establecido este hábito, muchas de nuestras acciones son automáticas, así que "despejamos nuestras mentes para avanzar a campos de acción realmente interesantes".
Muchos de los escritores y filósofos famosos de la historia han seguido una rutina establecida:
- El novelista Anthony Trollope se levantaba en la oscuridad cada día, y escribía desde las 5:30am hasta las 8:30am. Si terminaba una novela durante este tiempo, agarraba un hoja de papel nueva y empezaba la próxima.
- Simone de Beauvoir empezaba su día con una taza de té. Ella empezaba a escribir a las 10am, y paraba a la 1pm para almorzar. Después trabajaba desde las 5pm hasta las 9pm todas las tardes.
- Immanuel Kant, el filósofo alemán del siglo XVIII, caminaba todas las tardes a las 3:30pm. Era tan puntual en su hábito de caminata que sus vecinos podían ajustar sus relojes a esa hora para verlo pasar frente a sus ventanas.
Si las circunstancias de tu vida te dejan incapaz de trabajar con una rutina, entonces mejor considera un ritual.
Los rituales son un conjunto de acciones que sigues antes de sentarte a ser creativo. Seguir el mismo ritual todos los días le envía a tu cerebro una señal de que es el momento de ser creativo.
Por ejemplo, el autor de novelas más vendidas Stephen King siempre se toma un vaso de agua o de té antes de sentarse a escribir. Después se toma una pastilla de vitaminas, pone música y se sienta en su silla de escribir. Finalmente, ordena sus hojas de escritura.
¿Por qué hace todo esto? En las propias palabras de King:
El propósito acumulativo de hacer estas cosas de la misma manera todos los días es una forma de decirle a la mente que pronto estará soñando.
El blogger y redactor James Chartrand sigue un ritual similar, que ella misma llama su enfoque "click-whirr". Explica:
Nuestros cerebros tienen respuestas ya establecidas y automáticas para patrones de acción fija que son activadas por características disparadoras. Eso significa que si algo dispara al patrón, corremos a través de una secuencia de comportamientos tan predecibles como la nieve en el Ártico.
Aquí hay un ejemplo: Cada día, sigo la misma rutina ya establecida. Me levanto. Busco una taza de café. Me siento en la isla de la cocina a leer mis correos electrónicos. Despierto a mi hija y la alisto para el colegio - iCarly, cereal, ropa, preparo su almuerzo, peino su cabello y la acompaño caminando hasta la parada de autobús. Camino de vuelta, respirando hondo, sintiéndome agradecida y pensando solamente en la tarea de la escritura en la que he decidido trabajar cuando llegue a la casa.
Me sirvo más café, me siento y - "click!-whirr" - comienzo a escribir en mi teclado.
Como puedes ver en estos ejemplos, los rituales no tienen que ser complicados. Los rituales son mejores cuando incorporan comportamientos que probablemente harías de todas maneras. El punto es asegurarte que sigas el mismo ritual cada vez que necesites activar tu creatividad. Mientras más sigas el ritual de una manera fiable, mejores resultados obtendrás cada vez.
Paso 2: Adopta el Mantra "Poco y con Frecuencia"
La creatividad es como un músculo. Úsala regularmente y la harás fuerte. Esto lo dice Josh Linkner, autor de Soñar Disciplinadamente: Un Sistema Probado para Impulsar la Creatividad Innovadora, Linkner explica su teoría a continuación:
Todos tenemos la capacidad de construir masa muscular si hacemos ejercicio. Si fallamos al hacerlo, nuestros músculos se atrofian. Lo mismo pasa con la creatividad. Al adoptar y ejercitar nuestros músculos creativos, liberamos una fuente de conocimiento.
¿Cuál es la mejor manera de crecer un músculo? Una pequeña cantidad de ejercicios una o dos veces al día es mucho mejor que una sola sesión de ejercicio fuerte una vez a la semana. Lo mismo pasa con la creatividad. Es mucho mejor hacer un poco todos los días para crecer tus músculos creativos que esforzarse bastante solo una vez a la semana o de una manera menos frecuente que esa.
Expresar tu creatividad diariamente - incluso de pequeñas maneras - no solo ayuda a crecer tus músculos creativos. Tiene un valor añadido de ayudarte a desarrollar un hábito de salida creativa.
Las pequeñas acciones cada día son la mejor manera de construir un hábito. El Dr. B.J. Fogg, director del Laboratorio de Diseño del Comportamiento de la Universidad de Stanford explica cómo funciona esto:
Si eliges algo que es tan pequeño y simple, como pasarte el hilo dental en un diente, entonces es muy fácil de hacerlo. Y las cosas que son fáciles no requieren muchas cantidades de motivación.
También vale la pena señalar que la segunda parte del método de Fogg para crear nuevos hábitos es un ritual. En sus propias palabras:
Pon en secuencia el [nuevo] hábito después de algo que ya hagas habitualmente... así estarás disparando el nuevo comportamiento con un comportamiento que ya tengas"
¿Ves como esto se enlaza con el Paso 1?
Paso 3: Lleva a Todas Partes un Cuaderno de Notas
No importa cuánto trates de domar a tu musa, encontrarás que la inspiración creativa llega cuando menos te lo esperes. De hecho, mientras más inviertas en tu creatividad, a través de la rutina y el ritual, más ideas te llegarán en tiempos y lugares usuales. Así que es mejor estar preparado, sea que estés paseando a tu perro, tomando un baño o yendo de tu casa hacia el trabajo.
¿Cómo puedes prepararte? Adopta un hábito de llevar contigo una libreta de notas a todas partes. Con los celulares inteligentes, es muy fácil - solo instala una aplicación de tomar notas tal como Evernote. Alternativamente, devuélvete a la vieja escuela y utiliza papel y lápiz. Nunca te fallará una batería sin carga.
Tener una libreta de notas a mano significa que puedes escribir tus ideas apenas comiencen a surgir. Existen unas cuantas cosas más desesperantes que recordar que tuviste una gran idea, pero no acordarte de cuál era esa idea.
Llevar una libreta de notas a todas partes te hará estar en buena compañía. Los emprendedores y líderes de negocios que son conocidos por llevar una libreta a todas partes incluyen a:
- Richard Branson, fundador del Grupo Virginia.
- Aristotle Onasis, el magnate del transporte griego.
- Karl Heiselman, CEO de Wolff Oins.
Paso 4: No Tengas Miedo de las Ideas Malas
Las ideas generan ideas. Mientras más ideas anotes, más ideas tendrás.
Desafortunadamente, eso significa incluso tomar nota de las malas ideas, para que dejen de bloquear tu cerebro. Cuando dejas ir las malas ideas, dejas libre tu energía creativa para enfocarte en crear buenas ideas.
Por eso es que deberías abrazar las malas ideas en vez de ignorarlas.
Y existe una segunda razón para prestarle atención a las malas ideas. Las malas ideas pueden convertirse en buenas ideas, a través del proceso de la iteración. Como explica la gente en la revista digital WhiteSpaces:
Las ideas son una travesía. Empiezan en un punto, viajan por un camino y otro y usualmente llegan al destino que no se parece en nada al desde donde comenzaron. El truco es seguir viajando junto a la mala idea, para seguir refinándola, moldeándola y dándole forma hasta que, en algunos casos, la mala idea se haya convertido en una buena idea.
En otras palabras, empieza con las malas ideas para obtener buenas ideas.
Paso 5: Ten un Espacio de Nada, Todos los Días
Si te preguntara lo que se pasa haciendo Warren Buffett, qué pensarías:
- Una reunión tras otra...
- Viajando...
- Jugando golf...
- ¿No son muchas cosas, no?
La verdad es, Warren Buffett tiene casi un calendario vacío. Es un hombre de muchas buenas ideas, porque se permite el tiempo y espacio para que crezcan.
Las ideas creativas necesitan espacio para emerger. Si tu vida laboral es un constante bullicio, y quieres ser más creativo, entonces necesitas quitar el pie del pedal de acelerar. Al darte a ti mismo el espacio para relajarte, permitirás que las ideas creativas comiencen a burbujear dentro de ti.
Si, pasar tiempo haciendo nada puede ser atemorizante. Por eso es que muchas veces llenamos nuestras vidas de tareas o ruido, incluso cuando no hay muchas cosas que hacer. Pero si puedes sentarte con la incomodidad durante un corto tiempo, todos los días, pronto descubrirás que tu esfuerzo cosechará dividendos.
Así que, programa una cita con el nada, y observa lo que crece después.
¿Cuáles Son Tus Hábitos Creativos?
Podrías usar otros sistemas para convertir a tu creatividad en un hábito. Déjanos saber tus trucos y consejos creativos en la sección de comentarios más abajo.
Fuentes
Crédito Gráfico: Pensar diseñado por Jens Tarning del Proyecto Noun.
